Crash un peliculon

Hacia que no veía una película que me hiciera vibrar, sentir, angustiarme, devolverme la ilusión, hacerme llorar y preocuparme. Todo un cumulo de sensaciones llevadas con magistral resolución en un encadenamiento continuo de situaciones que describen de manera acertada la xenofobia de nuestra sociedades actuales.

No importe que la película sea americana, ya que las mismas situaciones, los personajes y las historias son validos para España, Francia, Alemania, y cualquier otro país, con ciertos retoques estilísticos.

A mis cuarenta años, pongo la mirada hacia el pasado y veo el cambio. Antes no sentía esas cosas porque vivíamos en una sociedad que salia de una autarquía, de un encerramiento que nos había dejado aislado. Pero desde los 80, con las sucesivas llegadas de emigrantes, el paisaje cambio.

En un principio surgieron los racismos y los mensajes típicos de los racistas anquilosados en el pasado, pero poco a poco, con la falta de políticas reales, y un montón de gente distinta en nuestros barrios, comenzamos a sentir la xenofobia.

Hoy, con casi el 18% de la población de Madrid, de origen extranjero, la xenofobia acampa a sus anchas.

Pero como en la película vemos, esta se asienta en todas y cada una de las nacionalidades, de las etnias o razas. Todos sentimos lo mismo. No me vale el mensaje cínico y partidista que solo trata de recoger votos. Hay un problema serio.

Los nacionales lo perciben con rabia, pues los trabajos han bajado, o para evitar que alguien me corrija, no has subido lo que tenían que subir desde hace ya casi 15 años, de salarios congelados practicamente. Los bancos dan mas facilidades a los de fuer, y esto es constatable. La vivienda de protección tres cuartas de los mismo. Al final, los especuladores ya no son de aquí, sino de otros sitios. Los nuevos explotadores son de sus mismos países, y mi barrio, ellos me odia. Me ven distinto, como yo a ellos. Unos y otro tratamos de fugarnos a otros barrios para que nuestros hijos estén mejor, pero al final tendremos que ir un día a la ciudad, pasar por los barios del otro, y nos asustaremos.

No somos los de aqui. Somos los de aqui, los de alli hacia nosotros, los alla hacia los de alli. Todos contra todos.

Tendremos miedo, y ciertamente esto es así para nosotros, para ellos, para todos.

Desde mi barrio, Villaverde, se de lo que hablo. Rodeado de eslavos, de ecuatorianos, musulmanes, africanos, cada uno con su pequeño geto, cada grupo con sus propias mafias explotadoras, cada uno con sus fobias. Y cada vez, somo mas y mas distintos. s o es lo que me preocupa.

Una película que se merece todo mi respeto por una dirección impresionante, un guión impresionante y una edición y montaje intenso, que te lleva desde el momento, a sentir en tu imaginación la lectura de un libro, donde vibras a cada instante con resoluciones diferentes, inesperadas, donde la magia, los milagros y la cruda realidad tienen su espacio en cada una de las historias encadenadas que nos demuestran una vez más, que somo víctimas de nuestros propios miedos, y de que el miedo no nos deja vivir.

Una lección moral difícil de olvidar.

Crash.

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