Soy un yonqui

Me estoy quitaandooo, me estoy quitaaaanndooo… Mentira que te he visto ir al Chino.

¿Como dices? Que si, que te he visto ir al chino a pillar un paquete de Malporros (N.A. Se omite el nombre de la marca comercial, para evitar suspicacias debido a la normalización lingüística y la Ley Sobre el Tabaco)

La secuencia es más parecida a la Estanquera de Vallecas, en los 80, que una imagen de la actualidad, salvo que entonces no era la tienda del chino, sino la tío Paco. En ella intervienen, yo, un yonqui tabaquista de esos que en sus pulmones lleva algunos kilos de nicotina, algo de mercurio y plomo, que pagado a peso de oro desde hace ya casi 25 años, es toda una fortuna, y la china de turno, de esas que es miembro de la unidad familiar que regenta el tugurio, y que hace más horas, que eso, que un chino, quizás por aquello de ser mujer.

Cuando le pido el paquete de Malporros, se inicia una trama negra, donde las miradas se cruzan, se vigilan, y se ponen en alerta los cinco sentidos. Casi siento el miedo que tenia a los 16 años, cuando al ir a pillar mis porritos, mirábamos la cristalera del Bar Miño, con miedo a ver la terrorifica sombra gris de aquellos nacionales de porra larga, gorra de plato, y mano largo, que no te subía a la gobi ni queriendo pero que te daba una somanta de hostias que te dejaba suave para un mes.

Devuelta con el tesoro prohibido, mas miradas vigilantes a una calle poco transitada, con la sospecha de que los agentes de recaudación municipal, abran fuego con sus libretas expedientadoras, o con suerte solo usen su mano recaudadora, … para los niños del orfanato.

Una entrega atemorizada, un sentirme en otro pasado, una culpa enquistada en mi mente atormentada, se convierten al final en único pensamiento: “Joder como os habéis pasado”

Pues si. No es normal, que desde que tengo uso de razón me halláis vendido el tabaco. Vendido en todos sus significados. Porque primero fueron las películas que me tragaba en los cines cuando la doble sesión, en las que me tragaba la reposición de la reposición, como ahora en la caja tonta o tv, y el humo de la sala en los cambios de pase, donde no creo que hubiera mas de 3 personas que no padecieran del mismo vicio. Enfrente del cole, Don Aselmo, que lo mismo te vendía unas pipas, unos cromos, o Roberto Pedrin o Jabatos, que un par de Ideales por 1 pela.

Ya mas mayorcito, con 16, harto de ver como todo dios fuma, y tu ya lo tienes asumido, lo de que eres Yonki, empiezas tu definición. Que si negro que si rubio, que si nacional que si importación. Incluso en algún momento de desesperación económica, como todo hijo de obrero, alguna vez tienes que tirar de los liadillos. Ese tabaco holandés de liar, que sabe a hierba de vaca, y cada vez que te sacas el paquete para liarte uno en el bar viene el tonto de turno a mangarte la bronca.

Y sigues pasando tu vida, llenando de mierda tus pulmones, viendo bonitos anuncios de una vida imposible y alejada de ti, pero que de ellos te impacta una cosa: fumar. Mientras, comienza poco a poco un movimiento de intolerancia hacia esta enfermedad. Se comienza a culpar de todo a los enfermos de tabaquismo. Los costes sociales, las pensiones, el déficit de la Seguridad Social, la muerte de Manolete, lo que haga falta, joder. Somos los culpables.

Hasta mi hija de 5 años me llama yonqui. Y lleva razón, pero que puedo hacer? Ya lo intente varias veces. Hasta tres, con largos periodos de abstinencia, unos monos de campeonato, en los que pagaba mi mala hostia hasta el apuntador.

Solo se que entre tanto, tendré que bajar a buscar mi dosis, que de momento me vende el mismo Estado que me ha prohibido fumar practicante en todos los sitios, y pese a llevarse 75% del valor de mi droga, me pone una esquela en el paquetito, para cubrir una cínica apariencia, de salud moral, de político proceder.

Bueno, os dejo, … que voy a ver si me drogo un rato, con mi malporro comprado en la Estanquera de Vallecas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.