Biggame Costa da Morte, Open Can Garriga e ilusion: el paintball

El otro día volví del Biggame Costa de Morte en las instalaciones de Naturmaz, (Aerodromo da Fervenza – Mazaricos – Coruña), donde jugamos dos bonitas partidas de Paintball de bosque, en la grata compañía de GDG (Bucanero y sus colegas valencianos) formando el equipo amarillo, frente al equipo rojo de Natrad, el Profe y otros más.

Con la salvedad de algún comentario, realizado desde una tercera persona sobre si yo y mi colega somos inmortales, todo transcurrió a la perfección.

Tanta que me considero un inmortal, que ha metido la ropa en la lavadora, sin un solo impacto de pintura, la mascara sin necesidad de abrirla para limpiar algún impacto, y la marcador limpita hasta de splash. (Por eso se me hace raro, que en tan buen ambiente nadie me comentará la naturaleza de su enfado por mi inmortalidad, y una tercera persona así lo expresara).

Chismorreos aparte, disfrute, primero porque el bosque me llena de la adrenalina de la búsqueda, de la ocultación, de la persecución o de la huida. Me lleva a mis años mozos.

El domingo jugamos varias partidas de Paintball en pista, donde pude observar mis mejoras, donde puede sentir, los cambios producidos gracias a los entrenamientos con la gente de Angry Fish. Gracias, Gus, Leire, Dompi, Mono, Danix, Ruiman, y otros muchos que con sus consejos, con su juego me han enseñado tanto en estos tres últimos meses.

Estoy seguro que en la Liga Madrileña, que comienza en septiembre, dejare claro por que soy un Angry Fish Alfa.

Ahora, me preparo para mi primer torneo Open de Paintbal 5-Men, el Open Can Garriga en Tossa de Mar (Gerona).

18 equipos, muchos de ellos, lo mejor de este país, estarán frente a mi equipo. 17 partidas que serán un buen entrenamiento para afrontar la liga madrileña.

La verdad, es que desde que juego y entreno al Paintball, mi capacidad intelectual a mejorado, y eso creo gracias a mi recuperación física, que andaba muy deteriorada, por la inactividad de los últimos años, al margen de mi nivel de estrés y tolerancia.

Me siento a gusto con la gente que me rodea en ese deporte, que me van conociendo, y donde siento el respeto necesario, que muchas veces, aquellos que fracasan a mi lado, tienden a tirar por los suelos usando como pueril pretexto mi pasado.

Así que nos vemos tirando bolas en Tossa de Mar, compañeros.