La vuelta al cole…
Hoy he vuelto a la puta realidad. Es tan zorra como nosotros, prostituidos por el dinero, el miedo y la esperanza. Que mezcla tan rara, dirán algunos. Otro notaran ya cierto cinismo que llevo en mis dedos.
¿Y que más puedo percibir en mi estado actual? Es la cruda realidad después de unas vacaciones, cortas pero intensas, con Yolanda y mi hija María. La primera vez que he conseguido desconectar de Hosting LMI, en 4 años. Sin móvil, sin cobertura, sin portátiles, sin pensar en el zabbix ni en los problemas de conectividad. Y ahora…
… ahora de vuelta al cole, a este cole patético sin sentido, redil humano de angostas camas (aquí el Pau lo iba a llevar mal para dormir, ya que la habitación no da en ninguno de sus lados mas de 1,95), de calor abrumante, de frialdad angustiosa, un mundo de sentimientos encontrados se reflejan en la pantalla. Por eso quizás mis letras son tan rancias, tan oscuras.
Por fin mi abogado hablo con el Juez de Vigilancia Penitenciaria, quien expreso su desacuerdo por tan desafortunado incidente (curiosa calificación para la injusticia y la tropelía que se esta cometiendo conmigo) dando paso a la puerta del informe del fiscal, en ambos asuntos. el de suspender los últimos autos y dejarme en libertad definitiva, y el de el adelantamiento de la libertad condicional al 10 de septiembre.
En el primero de los casos, el planteamiento de facto es una falacia, pues no se sujeta ni con pinzas de que un juez se involucre tanto, pero expreso mis esperanzas, las últimas en el segundo asunto. En cualquiera de los casos el tema esta en ESPERAR.
Entre tanto, me queda el recuerdo de estos cortos dias con mis mujeres (aun me faltaba Sandra pero el último fin de semana que estuvo aquí y fuimos a La Pedriza es una de esas cosas que cumplen los sueños de realidad). Entre tanto dolor, entre tantas injusticias, he podido bailar con las estrellas, cabalgando entre los sueños de mi realidad tanto tiempo añorado, vistiendo de gala el broche de una vida que se creyó perdida. Ahora me siento vivo, y siento mi camino que ando perdido. Hago camino al pasar, golpe a golpe.
Falta de el broche de localizar a Aitor, al que no consigo ubicar, aun pues con miedo a su reacción albergo una tenue esperanza, de que al menos me escuche. Si luego quiere perdonarme, que lo haga, sino su vision llenara ese vacío que ya no puedo tener.
Quisiera hablar de cosas mas banales, pero no puedo, siempre se me mueven los dedos de forma errática, y mis pensamientos fluyen en mala dirección. Pero no se puede esperar nada más de quien es cojo de libertad, de aquel privado de la verdadera justicia. Además este es un blog personal, donde solo espero ver el grito oprimido de mi interior. Ya vendrán mejores tiempos.