Sigo estando preso…
Muchas veces me preguntan porque sigue llamándose el Diario de un preso.
Porque sigo preso.
Cambiaron los barrotes de acero,
Por el latrocinio de mi pareja,
Que con sus acciones me impide,
Ver y sentir a mi hija Maria.
Cambiaron los muros de piedra,
Por la ausencia de los seres queridos,
Que con su desprecio me impiden,
Ver y sentir a mi hija Sandra.
Cambiaron los funcionarios de prisiones,
Por los de la justicia,
Que con su falta de profesionalidad me impiden,
Ver y sentir a mi hija Maria.
Cambiaron los modos de los presos,
Por los de mis compañeros en la vida,
Que con sus mentiras y arrebatos me impiden,
Ver y sentir el tiempo pasar.
Cambian los argumentos,
Cambia el continente,
Cambia el contenido,
Pero lo que no cambia,
Es la triste sensación que te propone,
La falta de libertad,
La falta de amor.
Soy preso del odio que recorre mi cuerpo,
Soy preso de los malos pensamientos,
Soy preso de la ausencia de los buenos sentimientos,
Por eso, escribo este lamento,
Por eso, sueño despierto.
Por eso, me levanto…
y después…
me caigo.
Doy la vuelta por mi patio,
Ausente, distraído, diferente.
Y solo pienso:
“Te quiero”
Hey Marco!. Anda animo, arriba amigo, tu ya no sigues preso, ok?, tu ahora tienes a gente que esta para lo que necesites, como antes la tenias por las cartas de apoyo, ahora las tienes a tu lado, que estan para los que necesites, y ahora me voy a dormir, y mañana por la mañana cuando te salude en el msn, quiero que estes mejor!. Hablamos amigo!. Cuidate y suerte!