Condenan a seis años al abogaducho Jose Emilio Rodriguez Menendez

Nunca desee la prisión de nadie. Nunca porque no creo en el sistema penitenciario. Pro hoy al menos, puedo sentirme algo mejor.

Me siento bien, porque, y aunque sea en primera instancia, el estafador más conocido del mundo de la farándula, que se hace llamar abogado, gracias al misterioso expediente X que permitió convalidar una carrera estudiada en Chile, y aprobada, pese a que hay pruebas que demuestran la imposibilidad física de haber realizado los exámenes de carrera, permitiéndole pertenecer al Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, y cuyo nombre no es otro que José Emilio Rodríguez Menéndez.

Estafador y ladrón ávido, que consiguió tumbarme 1,500,000 pelas de las de antes en salarios impagados, hecho este reconocido por Magistratura de Trabajo, en nombre de una de sus sociedades tapadera, con la aquiescencia de otro de los testaferros mas comunes utilizados por él durante un tiempo, la tatuadora (sic) sobre piel, Catherine Bayle.

Ladrón, porque por arte de birlibirloque, y una juez de instrucción de esta capital, un tanto prevaricadora, ya que paró la instrucción, pese a l ir y venir de recusaciones, por entender que un señor que ni siquiera supo reconocerme en un careo frente a ella, y que decía que un día, no sabe cual, no sabe a que hora, recogí el ordenador Mac G4 en una caja de vino tinto, junto a una pantalla, objeto de la denuncia, y que pese a haber dos causas instruidas por este hecho, no me obligo a firmar ningún papel, ya que «confiaban en mi».

Con estas, y con lo que he visto y vivido durante 6 meses de tortuosa relación profesional con este monstruo de la ignominia, el desparpajo, y porque no decirlo, el abuso frente a sus trabajadoras, ve confirmada en primera instancia y por segunda vez en poco tiempo, una condena.

La de esta, de seis años de cárcel pro estafar al fisco, por defraudar, según sentencia de la Sección 17 de la Audiencia Provincial de Madrid, que a buen seguro será recurrida en casación ante el Tribunal Supremo. Esa misma sala, espero tenga la misma consideración por el cumplimiento de las condenas que en su día tuvo por mi otra sala, aunque esta es una cuestión que dudo, ya que todos sabemos que la Justicia tiene una vara de medir algo caciquera y prevaricadora.

En fin, Emilio, que te jodan, que tu ya has jodido bastante a tus trabajadores, (YA, Revista Dígame, Bufete de Abogados Moro, ROMO y otras nombres inventados para evitar esta condena,…) Que por ti si me alegro, de que un mierda como tu, que encima sale por la tele diciendo a los demás como hay que ser o comportarse, y chuleando de follar a base de pagar a putitas.

Que te jodan, porque eres perverso, maligno, y aunque tu yo sabemos, que nunca jamás pisaras el patio, también sabemos lo que te iba a pasar si lo pisaras. Te hartarías de carne, y no de marisco.

Hoy, yo y mujer, somos más felices.

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