Catorce años, cinco minutos
¿Qué es el tiempo? Nada. Todo. Algo.
Catorce años de distancia entre tu último llanto, y nuestros cinco minutos. Tu voz joven, decidida, nerviosa sobre mi quebrada voz de nervios contenidos.
Nadie puede devolvernos nuestro tiempo y a mi solo me queda el consuelo, de otro tiempo, del futuro.
Un momento de calor humano, que enternece la fria piedra de mi corazón robado. Un arma de libertad que me eleva de mi oscuro pasado.
Tiempo. Quiero más de cinco minutos de llamada telefónica. Necesito que el miedo me abandone que el rencor se convierte en primavera, que sea nuestro el verano, que mi próximo otoño tenga el calor de mi familia perdida.
Ayer, fue mi hija, hoy mi hijo, solamente resta localizar el último eslabón perdido. Ahora,ya casi queda reconstruida la cadena de mi vida.
Os quiero hijos mios.