E=mc2. Relatividad aplicada
Al margen de cuestiones físicas y matemáticas que a un humilde escritor se le escapan, seguramente por ser mas de letras, pese a estar algo formado en matemáticas debido a mi oficio, el mismo Einstein, y otros mas actuales como Hopkings, en un intento de acercar la maravilla de mis pensamientos al pueblo llano, siempre usan niveles y metáforas para explicar sus teorias.
Ahora mismo, me encuentro quizás en ese pliegue espacio-tiempo que emerge del procedimiento Penitenciario.
Por un lado, la inercia de una actividad empresarial, que, huérfana de mis conocimientos y de mi fuerza creadora, está empitiendo los embistes más violentos de las leyes de Murphy. Produce en mi graves procesos mentales, que no hacen sino aumentar la energía negativa que me lleva a fuertes estadios de ansiedad.
Por otro lado, los breves momentos de conversación con el psicólogo y el educador, conforman en mi una luz de esperanza, un sentimiento positivo que me permite soñar con algo de justicia. Una esperanza reparadora de la dureza de un sistema que ha funcionado de forma primitiva, exacerbada contra mi persona, hasta límites que vayan casi al personalismo propio de aquellos que utilizan un poder para castigar al débil.
Hay fue un día difícil. El saber que mi creación empresarial está atravesando un mal momento por cuestiones técnicas, me llevó a ese momento de gran ansiedad. A sentirme indefenso frente a la fea e inhumana contestación de un funcionario, que pese a mi requerimiento de ser conducido a enfermería, ni siquiera quiso escucharme. Tampoco quiso comprobar que tengo un protocolo médico que quizás hubiera de “perse” aconsejado mi traslado a la enfermería.
Por suerte, mi caminar es conocido por mis compañeros. Mis formas, mi corazón, y mi actitud, ha permitido que muchos vieran mis lágrimas de impotencia, mi respiración recortada, mi caminar abotargado. Aquí puede sentir el confort de una palabra amiga, y el ofrecimiento del medicamento, que seguramente un médico en situación hubiera optado recetarme.
Tras la tensión, llegó la calma química, el cerebro abotargado, volví a mi caminar. A mi soledad. A lágrimas calladas, al rencor de la incomprensión.
Gracias tengo que dar, a este otro funcionario que habló conmigo, me trató como un ser humano. Perdón, a aquél, que quizás agobiado por tantas cuestiones encomendadas no supo mirar mis ojos, intuir mi desazón
Ahora, mientras escribo estas líneas, mirando el atardecer algodonado, sintiendo el viento frío de la sierra, viendo mi Yelmo, rey de la Pedriza coronado de los últimos retales blancos de un invierno ya pasado, comienzo a soñar con ver a mi niña. A mi María.
Cuarenta días de mi vida, sin hablar con ella. Dice contar entre sus fantasías, vender hosting y registrar dominios. Mañana la tendré en mis brazos.
Allí estarán los otros condenados de mi causa, que pagan y purgan mi culpa jurídica, fuera de estos muros. Ellos, a su manera son tan presos como yo.
Mañana os veo, mañana tendremos nuestros ciento veinte minutos de libertad.
Mañana, plegaremos el espacio, y nuestro tiempo será nuestro.
Mañana, ciento veinte minutos serán eternos. Serán distintos y mi cuerpo ocupará otro espacio metafísico.
Os quiero
Y uno se pregunta… vale si hay que hacer justicia se hace? pero… en este caso con que objetivo se aplica esta justicia? Este objetivo es para reincertar en la sociedad a una persona? Pero una persona que ha estado en lo peor de la vida ha salido pa lante, tiene una vida decente, tiene una empresa, tiene un negocio, tiene una familia, etc. Si le quitan eso… y cuando salga se puede ver sin nada… Luego que pasará estara reincertado en la sociedad? Esta es la mejor manera? No se podría aplicar la ley de alguna manera? Esa gente que la que maneja todo se podría hacer esa preguntar.
Estamos contigo Marco. Un abrazo.