Canibalismo político: Rosa Diez

Que era un secreto a voces lo sabíamos todos, que era odiada por la ejecutiva federal del partido socialista, también. Que la iban a crucificar ciertos personajes del PSOE, era de esperar.

Lo de Rosa Diez era la crónica de una muerte anunciada tras años de discrepancia política con la línea seguida por nuestro actual presidente del gobierno, Zapatero y sus cancerberos, Pepino Blanco y Jesús Caldera y otros tantos pelotas de marca mayor.

Ahora la prensa, la incultura política de nuestro país, y otros muchos, tratan los unos de justificar a Rosa y los otros, a macharla.

Para los que la justifican, como para ella misma, que en su rueda de prensa, utilizan el desvió del PSOE sobre sus líneas ideológicas, apelando a los mas de tres décadas de carné, recordarles que poco o nada tiene que ver el PSOE de mi niñez, con este de ahora.

Recuerdo mi primera manifestación, imberbe de mi, de Madrid a Torrejón, llamada Anti-OTAN, donde los jóvenes lideres entonces del PSOE, junto con los correligionarios del PCE, y otras muchas formaciones, vociferaban en canto al unísono, “No a la OTAN. Bases fuera”.

Poco tardo el PSOE en decepcionarme, como muchos de los jóvenes que allí estábamos, cuando al poco de acceder al poder, eso si mediante democrática consulta que para eso están las formas, nos colocaron de pleno en la OTAN.

Tampoco se olviden que de Suresnes, 11 al 13 de octubre de 1974, base programática a la que Rosa alude, poco o nada tiene que ver con la actualidad de su ex-partido, ni de las alusiones a las que ella aboga para salir del mismo, y fundar un nuevo engendro político, que difícil lo tendrá, en un país bipartidista, espoleado de escaños nacionalistas, que vienen a mercadear en Madrid, a cambio de prebendas nacionalistas, que tampoco llenan sus propias bocas.

“El PSOE entiende que el restablecimiento de la democracia en España requiere con carácter inexcusable las medidas siguientes:

…
– Reconocimiento del derecho de autodeterminación de todas las nacionalidades ibéricas.”

“Resolución sobre Nacionalidades y Regiones

Ante la configuración del Estado español, integrado por diversas nacionalidades y regiones marcadamente diferenciadas, el PSOE manifiesta que:

1- La definitiva solución del problema de las nacionalidades que integran el Estado español parte indefectiblemente del pleno reconocimiento del derecho de autodeterminación de las mismas que comporta la facultad de que cada nacionalidad pueda determinar libremente las relaciones que va a mantener con el resto de los pueblos que integran el Estado español.

…
3.- El PSOE se pronuncia por la constitución de una República federal de las nacionalidades que integran el Estado español por considerar que este estructura estatal permite el pleno reconocimiento de las peculiaridades de cada nacionalidad y su autogobierno a la vez que salvaguardia la unidad de la clase trabajadora de los diversos pueblos que integran el Estado español.

4.- El PSOE reconoce igualmente la existencia de otras regiones diferenciadas que por sus especiales características podrán establecer órganos e instituciones adecuadas a sus peculiaridades”.

En fin, ya sabemos que la gente con el paso de los años cambia, pero cierto es que en un país, donde la cultura política es cuando menos inexistente, bueno es recordar, lo que cada uno dijo, en cada momento histórico, no vaya a ser, que al final nos creemos el camelo al que nos tienen acostumbrados.

Además, lo de Rosa Díez es diferente a lo de Nicolás Redondo. Lo suyo a la ruptura con el PNV, con cierta andadura acompasada de tintes ideológicos con el PP vasco. Claro que por lo visto, en el PSOE pirarse por la banda izquierda, es de esquiroles, mientras que hacerlo por la derecha, es más tolerable.

Lo que esta claro, es que la pantomima del PSOE de permitir la recolocación de voces díscolas a la ejecutiva federal, en puestos mas o menos relevantes, ya sea en el parlamento europeo u otros, con esa falsa sensación de que en el PSOE son más democráticos que sus fascistas opositores, ya no cuela.

A estas alturas, ya tengo claro que la democracia no es sino la dictadura de la mayoría, y que en los tiempos que vivimos, casi no quedan estados, sino corporaciones económicas, que poco a poco, son las que mandan en el mundo mundial.

Cerrando un poco el caso, por si alguien quiere escudarse en aquello de que los valores y programas de un partido vivo, se han de adecuar al momento histórico (lastima que a veces los cambios de valor, sean inferiores a tan siquiera cuatro años de legislatura), recordare un fragmento del programa electoral (sí, eso que el 95% de los votantes españoles no conoce de su partido, y es lo que se suponen que votan). Sirvase tambien de lectura a los «compañeros» que llevan ya un tiempo poniendo a parir a Rosa Diez desde sus blog (a los poliquillos de agrupación provincial, que no llegan ni conseguir escaños, pero si se sirven de sus colegas para negocios urbanisticos, concesion de licencias, etc), con las típicas descalificaciones tan típicas de nuestras formas políticas, olvidando que ya hace tiempo que la Ejecutiva Federal debería haber tomado cartas en el asunto (oscuros intereses siempre extraños, pero entendibles por economia de medios)

Aquí, el texto reclamado por muchos, del programa electoral del PSOE de 2004, respecto del terrorismo:

“Los socialistas creemos que hay que comprometer todos los recursos morales y materiales en la lucha contra el terrorismo y en la reparación de sus efectos. Por todo ello,
– Nos comprometemos al cumplimiento escrupuloso y estricto del Pacto de Estado Por la
Libertad y Contra el Terrorismo suscrito entre el Partido Socialista Obrero Español, el Partido Popular y el Gobierno de la Nación y, en especial, a renunciar a la utilización política del terrorismo; nos comprometernos a mantenerlo vivo y en vigor hasta la derrota total de ETA o su disolución efectiva.”
Página 46

Con todo esto, sigo pensando lo mismo. Dos partidos, en los que confluyen múltiples familias políticas, que bajo la necesidad de perpetuarse en su perspectiva de mantenimiento en el poder, manipulan de forma sistemática sus programas políticos, defenestran a aquellas voces discordantes con los distintos aparatos de poder de sus partidos, y vacían de contenido formal y estatutario, el valor de representación democrática que nos transfieren de forma hipócrita en la elecciones legislativas.

Al final, todo sigue siendo lo mismo. Lo único que cambia, es el nombre de la forma legal de gobierno del Estado.